Una canción, escrita a cuatro manos por el poeta mexicano Edel Juárez y su compatriota el trovador Raúl Ornelas (dos grandes que se juntan para brindarnos esta sublime creación poética), en cuyo título ya se nos va transmitiendo la formidable insania de un encuentro inesperado, dulce, intenso, épico, seductor.
Nosotros empezamos por la carne
sin rozar la poesía con incómodos silencios
sin eternizar el día
sin vendernos como ingenuos
nosotros empezamos por el hambreNosotros que no fuimos sino extraños
dos errores que se cruzan
que se muerden en los labios
soledades que se juntan sin prever el daño
nosotros empezamos por matarnosCon tu bolso en la cocina
una estela de recuerdos
una dulce adrenalina
de un pasado que volvióTropezaron mis reflejos
me esquivaron los espejos
el instinto se fue lejos
y olvidé la precauciónY te vi decir «te quiero»
y me vi llamarte mía
sin saber que me perdía
en ceremonias de interiorY la cama se nos hizo
la antesala al paraíso
un derroche de egoísmo
dejó a un lado el corazónQue homenaje a la locura
que victoria del deseo
que batalla tan gloriosa
siendo solamente dosUn encuentro inesperado
un desfase en la rutina
un zarpazo del pasado
y el cinismo de los dos