Descubrí…

Descubrí…

Descubrí que todo el oro del mundo no vale lo que un sorbo de aire puro, que el más alto de los edificios será siempre más pequeño que la cima de la montaña donde nace el río, que la más costosa de las máquinas no podrá jamás justificar su costo frente a la cara desnutrida de miles de niños, que el más hermoso vestido jamás será mayor gala que las alas de la mariposa, que el esfuerzo de la grúa siempre será menor que el de la hormiga, que no hay lámpara más clara y útil que el sol, que la mierda en las cunetas siempre será más pura que la baba que emana del discurso de ciertos dirigentes, que el saludo de esperanza de un recién nacido será capaz de sacar la espada en la espalda de mi hermano, que no hay mejor lugar para estar que estar vivos y que no hay mejor cielo que la felicidad, que ninguna fruta del mercado será más pura que la fruta en el árbol, que nada refleja mejor tu imagen que la calmada paz del agua del charco, que no hay nada más parecido a la muerte que el odio y nada más parecido a Dios que el perdón, que gracias a nuestro paso por el mundo los que vienen detrás serán capaces de salvarlo, que no hay mejor canción que la del aire, ni mejor consejo que el silencio del espantapájaros, que un manatí en extinción es lo más parecido a Cristo y que en las mañanas un beso de amor es el más hermoso de los paisajes.

José Antonio Rodríguez
Cantautor, compositor y político dominicano

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